Un reciente estudio ha revelado que los adultos mayores que toman una combinación de fármacos para tratar la hipertensión arterial, el colesterol y la diabetes experimentan un deterioro cognitivo más lento y una reducción en las alteraciones cerebrales relacionadas con la demencia. Este hallazgo fue presentado en el Congreso Internacional de la Asociación de Alzheimer (AAIC) de 2025.
La investigación destacó que los pacientes que tomaban dos o tres tipos de fármacos al mismo tiempo mostraron un deterioro cognitivo más lento, similar al de una persona tres años más joven. Las intervenciones tempranas con tratamientos combinados pueden retrasar o prevenir el deterioro cognitivo y la demencia.
Corazón y Cerebro: Una Conexión Vital
La hipertensión, la dislipidemia y la diabetes son factores de riesgo conocidos para la demencia. Los medicamentos antihipertensivos, hipolipidemiantes y antidiabéticos pueden reducir este riesgo. Sin embargo, pocos estudios han investigado cómo los tratamientos cardiovasculares combinados afectan el deterioro cognitivo y las alteraciones neurológicas post mortem.
Para explorar esta relación, se evaluaron a 4.651 adultos mayores sin demencia al inicio del estudio, quienes participaron en cinco estudios longitudinales sobre el envejecimiento y la demencia. Durante un promedio de nueve años, se documentó anualmente el uso de los tres tipos de fármacos en estos participantes.
¿Efectos Sinérgicos?
El estudio encontró que el tratamiento con las tres clases de fármacos se asoció con un deterioro más lento de la cognición general, especialmente de la memoria semántica y
operativa. Además, los participantes que recibieron una necropsia mostraron menor probabilidad de aterosclerosis y arteriolosclerosis, y menos depósitos anormales característicos de la enfermedad de Alzheimer.
Incluso el tratamiento con solo dos clases de fármacos mostró beneficios significativos, mientras que el uso de una sola clase todavía ofrecía mejoras medibles.
Los tratamientos metabólicos vasculares combinados podrían potenciar los beneficios en la prevención del deterioro cognitivo y la demencia, aunque se requieren más estudios antes de hacer recomendaciones clínicas definitivas.